A lo largo de nuestra vida nos
encontramos muchas veces con situaciones adversas, los problemas,
independientemente de la gravedad, se afrontan de diferentes maneras. No todos
somos capaces de enfrentar la adversidad de la misma forma. Mientras unos se
hunden y no son capaces de salir del pozo en el que terminan cayendo, otros
salen de ellos mucho más fuertes, aprenden y crecen. Siempre hay que buscar el
lado positivo de los problemas, aunque a veces sea tan difícil que tardemos en
encontrarlo.
Hoy voy a mostraros que podemos y debemos
usar en nuestro propio beneficio de éstas situaciones:
1. Talento:
Ante una situación extrema nos vemos obligados a agudizar nuestro ingenio y
buscar la mejor manera de salir de ella, haciendo cosas que jamás hubiésemos
pensado.
2. Sentimientos:
Ante la adversidad queda relegado nuestro lado materialista, el dinero, el
trabajo, los bienes, etc. pasan a un segundo plano y lo más importante son las
personas que realmente quieres y aquellas a las que de verdad importas.
3. Nobleza:
Cuando nuestros sentimientos están a flor de piel tiende a aflorar lo mejor de
nosotros, nuestra sensibilidad, empatía, etc. Ante un mundo tan competitivo
suele pasar desapercibida y en la mayoría de los casos tendemos a ocultarla.
4. Prioridades:
La adversidad también nos obliga a poner en una balanza todos los componentes
de nuestra vida, entonces comprendemos mejor lo que es importante y lo no lo es
tanto, los problemas no son buenos pero la mayoría de las veces nos ayudan a
cambiar nuestras prioridades, dando su justo valor a todo lo que nos rodea.
5. Valor
de las cosas: Hasta que no estamos a punto de perder algo no le dotamos de su
justo valor, es una pena pero la verdad es que valoramos muy poco lo que
tenemos y mucho aquello que deseamos, que normalmente tiene menos valor.
6. Vivir
el presente: Así mismo, aprendemos a disfrutar lo que tenemos en el momento
actual y dejamos correr el pasado y esperar lo que venga libremente en el
futuro.
7. Camino:
Muchas veces nuestra vida carece de sentido, no tenemos claro a dónde queremos
ir, ni lo que queremos hacer, por eso cuando nos ocurre algo inesperado
retomamos aquello que deseábamos antaño o nos hace ver que dirección tenemos
que tomar.
8. Espiritualidad:
Hasta los más escépticos, en situaciones límite, tienen que aferrarse a algo.
Es en ese momento cuando de verdad nos conocemos a nosotros mismos.
9. Autoestima:
Cuando se nos presenta una situación muy difícil de solventar y conseguimos
afrontarla y salir airosos nuestra autoestima se ve fortalecida, esto hace que
miremos al futuro con valor y empuje. Nos proporciona valor y coraje.
10. Vocación:
Normalmente nos guiamos por la norma y no prestamos atención a nuestra propia
iniciativa, la falta de coraje y valentía nos llevan por caminos que no siempre
son los deseados. Es en éstos casos cuando una situación inesperada puede
darnos ese empujón que necesitamos para afrontar y realizar ese camino que es
en realidad lo que nosotros deseábamos desde un primer momento. Nos hará tomar
decisiones que de otra manera jamás tomaríamos.
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