Son facultades que
muchas veces se solapan, pero en realidad existe una clara diferencia entre
ambas.
La Videncia permite ver
el futuro o al menos percibirlo a través de algún tipo de imagen.
La Clarividencia es la
facultad que tiene una persona de discernir y comprender los hechos y sus
causas. Aunque ambos pueden ejercer la adivinación.
El Vidente nace con el
“Don” pero tiene que cultivarlo a lo largo de su vida, se adquiere por
herencia, accidente o de forma fortuita. Hay muchas técnicas para desarrollar
éste don, aunque la mayoría son personales. La percepción normalmente llega por
imágenes, pero a veces llega a través de presentimientos y sensaciones.
El Clarividente puede
serlo por herencia, de forma fortuita o formarse en ello. Se aprende asimilando
el conocimiento verdadero. La heredera o fortuita permite una comprensión y
defensa tanto de la naturaleza como ideologías o mentalidades. Permite conocer
el destino y los acontecimientos a los que tiende el futuro.
“Tener siempre muy en
cuenta que todo aquel que dice ser vidente o clarividente no siempre lo es, es
un don excepcional y todo aquel que lo posee suele ser de gran ayuda a los
demás”
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