A mediados del año 1947, un barco
holandés, el Ourang Medan navegaba por aguas de Indonesia cuando envió señales
de socorro a los barcos cercanos. El inquietante mensaje en Morse decía: "Todos los
oficiales, incluyendo el capitán, han muerto, están tumbados en la cubierta y
el puente. Posiblemente toda la tripulación está muerta”. Seguido de un mensaje
que no se pudo descifrar y a continuación otro que decía: “Me estoy muriendo…”.
Cuando llegó un barco para investigar qué estaba sucediendo
encontraron que el Ourang Medan estaba en buen estado, pero en su interior
vieron la cubierta repleta de cadáveres, incluido el de un perro, aunque lo más
inquietante fue la posición de los cuerpos, todos reflejaban terror en su
rostro y tenían los brazos extendidos como tratando de apartarse de algo, sin
embargo ninguno presentaba signo alguno de golpes o lesiones.
Al remolcar el barco hacia el puerto, el Ourang Medan
comenzó a arder y el barco tuvo que soltar las amarras para no verse afectado
también. El Ourang estalló y se hundió, lo que impidió cualquier investigación
sobre lo sucedido en ese barco, sin posibilidad alguna de resolver este
inquietante misterio que nadie aún ha sabido explicar.
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