¿TROPEZAMOS SIEMPRE CON LA MISMA PIEDRA, O LA BUSCAMOS PARA TROPEZAR CON ELLA?
A veces somos tan masoquistas que, si la piedra no está en el camino, vamos a buscarla para tropezar una vez más con ella.
Que absurda es en ocasiones la psiquis humana, que a pesar de saber que se cometió un error al elegir a esa persona, de alguna manera nos vemos impulsados a volver con él, no puedo usar algún argumento inteligente para defenderme, sé que he sido una tonta, sé que en algún momento olvidé las razones por las cuales nos separamos y decidimos vivir de nuevo cada uno por su lado.
Me reprocho a mí misma por mi toma de decisiones basada en mis emociones echas un torbellino, por no haber esperado a estar en calma antes de buscarte de nuevo, por haber sido toda una desesperada, por buscar mi felicidad en ti, cuando innumerables veces había comprendido que solo depende de mí, sé que yo tengo la culpa más que tú, debí haberme alejado lo más posible y lo primero que hice fue buscarte, y tratar de revivir de las cenizas aquello que claramente había dejado de arder hace mucho, quizás en este momento tu eres más victima que yo, porque aceptaste mi intención de volver a estar juntos, después de que nos había quedado claro que no éramos el uno para el otro.
No me molesta equivocarme, me molesta hacerlo por segunda vez, me molesta que incluso fui yo quien busco equivocarse de nuevo, solo para alargar un poco aquello que vivimos, solo para revivir aquellos momentos lindos en los que creíamos que podíamos ser felices juntos, solo para extender un poco más nuestra historia y para al final de todo darme cuenta que nunca hubo nada que pudiéramos cambiar, que estábamos destinados a no ser, que somos incompatibles por completo, pero a veces la visión romántica de que el amor todo lo puede nos ciega y nos hace caer una y mil veces hasta darnos cuenta que aquello que vivimos no era amor, era más bien una ilusión, era más bien pasión, era cariño, pero nunca fue amor real.
Nos hemos hecho suficiente daño ya, intentando volver, lo lamento, lamento mucho haberte involucrado de nuevo en este fallo, y espero que entiendas porque me tengo que ir nuevamente, sé que en el fondo sabes que nada bueno y duradero saldrá de nosotros dos, que lo bueno que podía pasarnos ya nos pasó y que fue efímero y bello, una aventura, pero una aventura que hace mucho tiempo terminó.
Hay veces que somos tan masoquistas, que si la piedra no está en el camino, la buscamos para tropezar con ella una vez más.
Que absurda es en ocasiones la psiquis humana, que a pesar de saber que se cometió un error al elegir a esa persona, de alguna manera nos vemos impulsados a volver con él, no puedo usar algún argumento inteligente para defenderme, sé que he sido una tonta, sé que en algún momento olvidé las razones por las cuales nos separamos y decidimos vivir de nuevo cada uno por su lado.
Me reprocho a mí misma por mi toma de decisiones basada en mis emociones echas un torbellino, por no haber esperado a estar en calma antes de buscarte de nuevo, por haber sido toda una desesperada, por buscar mi felicidad en ti, cuando innumerables veces había comprendido que solo depende de mí, sé que yo tengo la culpa más que tú, debí haberme alejado lo más posible y lo primero que hice fue buscarte, y tratar de revivir de las cenizas aquello que claramente había dejado de arder hace mucho, quizás en este momento tu eres más victima que yo, porque aceptaste mi intención de volver a estar juntos, después de que nos había quedado claro que no éramos el uno para el otro.
No me molesta equivocarme, me molesta hacerlo por segunda vez, me molesta que incluso fui yo quien busco equivocarse de nuevo, solo para alargar un poco aquello que vivimos, solo para revivir aquellos momentos lindos en los que creíamos que podíamos ser felices juntos, solo para extender un poco más nuestra historia y para al final de todo darme cuenta que nunca hubo nada que pudiéramos cambiar, que estábamos destinados a no ser, que somos incompatibles por completo, pero a veces la visión romántica de que el amor todo lo puede nos ciega y nos hace caer una y mil veces hasta darnos cuenta que aquello que vivimos no era amor, era más bien una ilusión, era más bien pasión, era cariño, pero nunca fue amor real.
Nos hemos hecho suficiente daño ya, intentando volver, lo lamento, lamento mucho haberte involucrado de nuevo en este fallo, y espero que entiendas porque me tengo que ir nuevamente, sé que en el fondo sabes que nada bueno y duradero saldrá de nosotros dos, que lo bueno que podía pasarnos ya nos pasó y que fue efímero y bello, una aventura, pero una aventura que hace mucho tiempo terminó.
Hay veces que somos tan masoquistas, que si la piedra no está en el camino, la buscamos para tropezar con ella una vez más.
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