Los chakras son los centros
energéticos de nuestro cuerpo. Podemos describirlos como si fueran antenas que reciben y emiten energías.
Son siete los básicos, aunque hay
muchos más y cuando no funcionan bien reciben y emiten distorsionados
provocando estados de confusión y enfermedades.
Por eso es necesario repararlos, limpiarlos y abrirlos. Esta función
podemos llevarla a cabo con diferentes técnicas, pero siempre tendremos que echar mano también de la voluntad, la
constancia y la imaginación.
Las piedras son, ulizandolas de
manera adecuada, una forma muy interesante de potenciar los chakras. Para
hacerlo de forma correcta, debemos estar en un ambiente cálido, relajados y
serenos, para evitar así que nada nos interrumpa mientras las piedras
colocadas en el chakra correspondiente hacen su función. Mientras nosotros
dejaremos volar nuestra imaginación a paisajes hermosos o viviendo mentalmente
situaciones para nosotros perfectas
Estas son las localizaciones
correctas, sus funciones y las piedras que corresponden a cada uno de ellos:
Chakra 1: localizado en los
genitales, rige la sexualidad, su color es el rojo, la piedra es el jaspe rojo
y se debe colocar en la parte más inferior del vientre
Chakra 2 localizado abajo del
ombligo rige el movimiento. Se abre con el color naranja y su piedra es la
carneola de ese color
Chakra 3 localizado en el
ombligo, rige la voluntad, su color es el amarillo y la piedra que hay que
utilizar para el es la calcita amarilla.
Chakra 4 está en el centro del
pecho, la creatividad y la sensibilidad dependen de este chakra, el color que
lo estimula es el rosa y su piedra el cuarzo rosa.
Chakra 5 localizado en la
garganta nos permite la comunicación fluida con los demás. Su color es el azul
y su piedra la turquesa del mismo color.
Chakra 6 localizado en el tercer
ojo (entre los ojos) su color es el morado.
Este chakra es el más importante para mucha gente ya que rige la intuición, la
videncia y premonición su color es el malva y la piedra la amatista
Chakra 7 localizado en la
coronilla color blanco nos conecta con el mundo espiritual, con la fe su color
el blando y la piedra el cuarzo blanco
Otra manera de mantener nuestros
chakras en perfecta forma es llevando
con nosotros una pulsera con las siete
piedras que los armonizan engarzadas.
Si nuestros chakras se mantienen abiertos
y receptivos, podremos conseguir y sostener un equilibrio físico, mental,
emocional y espiritual magnifico.