Corría el año 1918 en una pequeña localidad de Italia. La
pequeña Rosalía enfermó de neumonía, por desgracia no consiguió recuperarse.
Destrozado por la muerte de la criatura, su padre decidió
embalsamarla para poder contemplarla como si estuviera dormida. Esta operación
fue realizada por Alfredo Salafia, prestigioso médico forense. La operación fue
un éxito.
Después de casi un siglo, el cadáver de la pequeña sigue
intacto, como si durmiese. Sin embargo, hay otro motivo por el que la niña se
ha hecho famosa. Muchos turistas cuentan y afirman que sus ojos se abren y se
cierran. La magnitud de estos sucesos es tan grande que varios investigadores,
entre ellos National Geographic, han viajado hasta el lugar para investigar los
hechos.
Según estas investigaciones, el efecto es producido debido
al ángulo en el que se toman las fotografías. Los defensores de las ciencias
ocultas tienen otras versiones.
No hay comentarios:
Publicar un comentario