El cetro es uno de los elementos mágico de mayor poder; sepa
qué significa y para qué sirve en las manos del mago.
El cetro, bastón o báculo, en manos de un mago, ha sido
símbolo de poder por antonomasia ya que quienes históricamente los han portado
han sido reyes, obispos, dioses o cualquier persona a la que se le ha atribuido
dignidad y poder. A esta herramienta se la considera portadora de fuerzas
divinas y es un instrumento de apoyo y sostén, por lo que su dueño obtiene de
él la energía necesaria para mantener el mando. Se corresponde no sólo con la
idea de autoridad; por su forma también representa el “eje del mundo”, es
decir, la conexión entre el cielo y la tierra, y por su forma se halla asociado
a los símbolos fálicos, por lo que representa la fertilidad. No todas las
personas están preparadas para sostener el centro en sus manos. Se necesita una
personalidad decidida, valiente y con las ideas claras para que este
instrumento poderoso no “pese”. El cetro no puede gobernar a su dueño; por el
contrario es el cacique, el rey o el chamán, por ejemplo, quien guía,
transforma y ordena a través de él, como si fuera una extensión de su propio
cuerpo que lo conecta con las fuerzas superiores.
La Biblia nos da un buen ejemplo de ello a través de Moisés,
cuya vara, convertida en serpiente, devoró las varas de los magos falsarios y
más tarde abrió en dos las aguas del Mar Rojo al blandirlas frente a ellas.
Esta capacidad de transformar lo que toca es un arma de
doble filo, porque quien la use para hacer el mal y no para impartir equidad,
tarde o temprano recibirá el propio golpe de su bastón.
En la tradición esotérica, el cetro constituye una
herramienta fundamental del ritual wiccano. A medida que el mago alcanza
niveles de mayor perfección, está en condiciones de portar cetros más
poderosos. Pero, desde su iniciación, debe saber cómo manipular y cuidar el
arma mágica.
TIPOS DE CETRO
Los modelos de cetros más importantes provienen de la
cultura egipcia, en la que había tres tipos principales:
Sejem: significa “la energía del espíritu divino” y era
imprescindible en las ceremonias funerarias y religiosas, ya que garantizaba
que los ritos fueran especialmente favorables. Está asociado a dos deidades:
Osiris y Anubis, que personifican el poder, la fuerza y la autoridad. A este
cetro lo emplearon reyes y nobles con cargos elevados, así como también puede
observarse en las mandos de algunas reinas.
Flajelo o cetro Nejej: solía llevarlo el monarca en escenas
rituales o en ceremonias funerarias, para simbolizar su derecho a ser rey de
Egipto y su identificación de Osiris (soberano del Más Allá). Se trata de un
símbolo de autoridad cuyo función principal es la de conducir.
Cetra Heka: se lo ha interpretado como un antiguo cayado de
pastor, que posteriormente pasó a ser un símbolo del dios Andyeti, una deidad
de la ciudad de Busiris y Abidos. Cuando Andyeti fue fusionado a Osiris, el
cayado pasó también a formar parte de la iconografía de este dios permaneciendo
a lo largo de toda la historia faraónica.
Ambos cetros, el flagelo y el cayado son dos instrumentos
cuyo origen puede remontarse a los primeros estadios de la civilización
faraónica. De hecho en la tumba Uj del cementerio predinástico de Abidos se
encontró uno de estos cetros. El flagelo indicaría la función de conducir
(ganado), mientras que el cayado indicaría protección, pasando más tarde a
relacionarse con la conducción de los hombres, cuya dirección era
responsabilidad del monarca. Además el cetro Heka era una insignia real, un báculo
que aparece en manos del monarca junto al flagelo Nejej. Era uno de los cetros
más importantes y más poderosos de todos los hallados en el país del Nilo y se
encuentra, a modo de amuleto, en los enterramientos privados como símbolo de
protección real. Bajo este mismo nombre encontramos al dios Heka,
personificación del poder mágico del Sol, es decir, de la magia. Fue
considerado el Gran Ka de Ra.
CETROS EN EL MUNDO
En verdad, todos los pueblos han dejado reliquias entre las
que se encuentras bastones de mando, como sucede en la cultura azteca con el
Chicahuaztli, un cetro ceremonial con forma de rayo de sol, en cuya parte
superior había una esfera que contenía semillas. Estos elementos se asociaban a
las deidades del agua, la fertilidad y la vida.
A lo largo de la historia y en las distintas geografías del
planeta, hallamos infinidad de modelos de cetros: algunas de caña o tallados en
madera, otros de bronce o metales, con incrustaciones de piedras y símbolos
protectores, etc. Lo más importante es que cuando el cetro llega a las manos
del mago, éste debe estar preparado para recibirlo y entender que es un objeto
que siempre hay que usar a favor del Bien.
CONSAGRACIÓN Y CUIDADOS
Todas las herramientas del mago deben limpiarse y
consagrarse antes de comenzar a usarlas, para que así se impregnen de su
energía. De lo contrario, podrán ponerse al servicio de un espíritu negativo en
medio de un ritual, lo cual resultaría muy peligroso. Como primer paso, debemos
hacer una limpieza física del bastón, cuidando de corregir cualquier defecto de
manufactura que encontremos y quitando cualquier suciedad o polvo que pudiera
tener acumulado. Mientras hacemos esto con un paño blanco que frotaremos en un
mismo sentido, diremos en voz alta: “Para servirme dentro y fuera del círculo,
te limpio y te purifico, en nombre de los dioses, a mis manos has llegado para
pertenecerme y obedecerme, en el honorífico camino de la Alta Magia”.
Luego se procede a cargarlo y a consagrarlo siguiendo estos
pasos:
Se le echa un puñado de sal.
Se lo atraviesa tres veces con el humo de un incienso,
siempre en un único sentido.
Para hacer más fuerte el vínculo entre el brujo y su cetro,
el mago debe pincharse el dedo y derramar una gotita de su sangre sobre la
vara, colocada previamente sobre el altar de trabajo.
Al finalizar, eleve con sus dos manos el báculo diciendo:
“Por el poder de Osiris, Anubis y Ra, te cargo la energía de los Antiguos: las
virtudes del Dios Sol, de la Diosa Luna y las Estrellas, y los 4 elementos:
Aire, Fuego, Tierra y Agua. Así, bajo mi mano solamente y a la orden de mi voz,
este cetro me honre con respeto, sabiduría y magia eterna”.
Se baja la herramienta y ya puede comenzar a usarse.
Para guardar el cetro, procure confeccionarle una funda de
tela, preferiblemente de terciopelo o tela similar color roja, en la que
deberán estar bordadas las iniciales del nombre del mago y dueño. Se lo guarda
en un lugar seguro.
FORMAS DE MANIPULACIÓN
El cetro acompaña al mago en todas las actividades mágicas,
aunque no se lo use durante el desarrollo de un hechizo, pero siempre abre y
cierra un trabajo.
A continuación, enumeramos los posibles usos y funciones más
habituales del báculo del mago:
Iniciar una actividad:
Conecta al mago con la fuerza de los dioses y del Cosmos.
Actúa como antena para sintonizar las energías requeridas antes de comenzar a
trabajar. Se eleva con las dos manos y se llama a los dioses.
Abrir y cerrar el círculo hermético:
Una vez consagrado, se toma el cetro con la mano derecha si
se es diestro o con la izquierda si se es zurdo, muy firmemente, utilizando
todos los dedos. Siempre se lo agarra casi por la mitad de su longitud, nunca
por el borde, como si fuera una varita. Se lo empuña con la punta hacia abajo y
el mago traza a su alrededor el círculo dentro del cual trabajará. Al finalizar
la actividad o ritual, se abre el círculo en dirección contraria y ya fuera de
él, se lo cierra para dejar sellada la zona.
Transformar energía:
El cetro es un activador de las órdenes de su dueño. Luego
de pronunciar las palabras mágicas, el mago puede dibujar en el aire un símbolo
identificatorio de su poder (el infinito, la estrella, el triángulo, etc.). De
este modo, el bastón, tal como lo haría una llave mágica abre las puertas
invisibles del Universo para propiciar la transformación requerida.
Autorizar, designar, expulsar:
El cetro se usa en los ritos de iniciación y en la tradición
wicca, durante los cuales el mago de máxima autoridad oficia la ceremonia y da
unos golpecitos sobre el iniciado para darle la bienvenida. Pero, también,
puede usarse para señalar y sancionar a quien ha transgredido códigos éticos de
la comunidad (nunca debe usarse para ejercer violencia). Aquí cumple la función
de guía.
Proteger y defender:
El cetro puede ser utilizado como arma ante un eventual
ataque psíquico. En tales casos, el mago lo toma con firmeza por el medio, con
las dos manos, y lo aleja de su cuerpo energéticamente hacia el frente,
haciendo una cruz que funcione como escudo. Al mismo tiempo exclamará: “¡Alto!
¡Por el poder de Adonis, Osiris y Ra, te ordeno que te marches ya! ¡Aléjate,
maligno, de este cetro divino!
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