Se suele decir que la maldición gitana es una de las más
temidas y poderosas, va cargada de malas vibraciones y energías tales como la
venganza, el odio o la ira, con el deseo de perjudicar y conseguir que a la
persona que es maldecida le ocurra lo peor, bien a corto plazo o bien que sufra
sus efectos de forma prolongada en el tiempo.
Muchas veces ante el temor que nos ocasiona el vernos
afectados por una de estas maldiciones si se actúa con indiferencia, se
prefiere hacerles entrega de dinero con resignación, logrando así librarnos de
la misma. Quizás reaccionamos así porque nos afecta psicológicamente el pensar
que esos malos deseos se hagan realidad.
Los gitanos siempre han creído en el poder de la palabra
para influir en el destino, y hay algunos que en ocasiones aprovechan la
superstición para amenazar.
Se dice que la maldición gitana es muy difícil de revertir
pero existen formas para deshacerse de ella. Los gitanos piensan que si sus
conjuros son revelados estos pierden poder, por ello es complicado conocer los
mismos. Algunos ejemplos son:
-El diablo se comerá tu buena suerte.
-Que sufras el doble de lo que me has hecho sufrir a mí.
-Que la mala suerte te persiga y todo te salga mal.
-Mal fin tengas tú y tu amor.
-Mal cáncer te entre.
-Maldigo tu nombre, tu casa y toda tu descendencia.
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