1 Distribuye bien tus horas: ¿Cuántas dedicas a trabajar?
¿Cuántas a ti misma? ¿Cuántas horas dispones de ocio?
2 Madruga: Porque aprovechas más el día. Pues desayunar con
tiempo, meditar unos minutos, leer un par de páginas de ese libro tan
maravilloso que tienes, repasar los mails, recoger la ropa del tendedero, hacer
estiramientos, lo que te guste, te satisfaga o te haga sentir mejor. Esto te
permitirá concentrarte.
3 Planifica: Sí, en esa agenda tan maravillosa que tienes y
no usas. Si planificas, no pierdes el tiempo. Dedicar 20 0 30 minutos a
planificar no es perder el tiempo sino priorizar tareas y sentir como vas
avanzando.
4 Solo de uno en uno: Ser multitarea es un mito que nos han
tatuado en el ADN. Es cierto que las mujeres tenemos esa virtud cultural, pero
para avanzar hay que dar pasos, de uno en uno. Si primero haces lo difícil y
luego fácil tendrás capacidad de empezar a atender tus cosas de tema en tema.
5 Duerme: Sí. Descansa todo lo que puedas. No digas que no
tienes tiempo, que aún no te has planificado. Cuando te planifiques, lo
encontrarás, el tiempo descansar. Si trabajas en una oficina te organizas y
planificas de un modo, si trabajas desde casa lo haces de otro modo. Descansar
no es sinónimo de que pierdas el tiempo.
Si estás en la ofi, te vas al baño y refrescas el cuello o
las muñecas, o te estiras en el suelo con las piernas para arriba unos minutos.
Si no, desde la silla, giras los tobillos y las muñecas para activar la
circulación, aprovechando esos minutos para poner una canción que te motive.
El objetivo de todo esto es que la concentración mejore tu
estado emocional lo que a su vez, te ayudará a ser más objetiva, verlo todo más
claro y solucionar tus problemas de un modo más rápido, más empático y más
efectivo.
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