Se cuente que en el año 1410 comenzó los arreglos y la perfección de uno de los mecanismos mas hermosos de toda Europa del siglo XV. Jan Ruze fue el encargado en dar vida al Reloj Astronómico de Praga. Cuenta la leyenda que cuando el señor Jan había terminado el Reloj, los consejeros de la ciudad estaban tan orgullosos de la obra terminada que decidieron sacarle los ojos a Jan para que no pudiera construir otro igual.
El señor Jan una mañana pidió a su ayudante que lo acompañara hasta el ayuntamiento, pues el deseaba acariciar las piezas de su tan fabulosa maquina y escuchar su sonido dulce. Cuando estuvo frente a la maquinaria, el señor Jan empezó acariciarla con tanto amor y por cada una de las piezas que tan familiar le parecían. Lloró amargamente por unos instantes al no poder disfrutar de su visión y al no poder seguir trabajando con Relojes que es lo que mas amaba en el mundo. El maestro Jan aspiró hondo y se armo de valor, visualizo toda la maquinaria en su mente, cada uno de los pequeños detalles y entonces tras unos instantes extendió su mano y la introdujo en un punto de la maquinaria donde tiró con fuerzas de una palanca hasta que esta se rompió, la maquinaria empezó a hacer unos ruidos muy extraños y alarmantes que traspasaron el silencio llegando a ser escuchado en la plaza de la ciudad, llegando a sentirse como un gemido de dolor. Finalmente, la maquinaria dejo de funcionar justo en el momento donde el maestro Jan, el mas grande relojero que había tenido el mundo, cayó al suelo muerto, muriendo justo en el mismo momento que lo hizo su amado Reloj Astronómico.
que interesante, con un final muy triste jooo¡¡¡
ResponderEliminarme ha encantado la historia, me imagino ese reloj precioso¡¡¡¡¡
ResponderEliminarque triste la historia, pobre hombre, que mala es la gente de verdad¡¡¡
ResponderEliminarPUES SI... :(
Eliminarpobre hombre, que gentuza hay por el mundo de verdad..
ResponderEliminarQue mala es la envidia por dios...pobre hombre le arrebataron a parte de la visión toda su vida...
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