POSESIÓN ESPIRITUAL

En ocasiones, un espíritu toma el control del cuerpo de una persona, a eso le llamamos una posesión.
La victima elegida por el espíritu, por lo general, desconoce la presencia de este ente.
Sin embargo, hay muchas maneras de saber si una persona se ve afectada por una posesión.
La palabra "posesión" asusta a cualquier persona con un mínimo de conocimiento espiritual, no es coincidencia que el funcionamiento físico, psicológico y espiritual de la persona afectada esté completamente alterado y bajo el control del espíritu. Interfiere en todas las facultades de la persona que posee.
Detrás de este fenómeno, se genera una fusión entre la energía negativa entre el ente y la persona, en el nivel emocional y decisional. Esta energía actúa como un gas tóxico, que lamentablemente permanece indetectable.
La intensidad con la cual la energía tóxica recae sobre el individuo poseído puede depender de muchas cosas: el poder de la entidad, la práctica espiritual del individuo y su personalidad.
Una persona llena de cualidades y benevolente a diario tendrá más facilidades para luchar contra la influencia, incluso sin saber que se ve afectada por una posesión.
Si la víctima no se da cuenta de lo que le está sucediendo, hay señales que no engañan cuando se ve afectado por una posesión, debido a que la entidad controla, parcial o totalmente, el cuerpo de la persona, se comportará de una manera inusual. Será una actitud a menudo agresiva, a veces violenta, porque la entidad expresará su negatividad a través de este cuerpo que luego actúa como un recipiente. La posesión se hará evidente solo cuando la víctima se comporte de una manera manifiestamente anormal o dramática.
A veces los síntomas son más sutiles, por lo que la posesión es aún menos obvia y será extremadamente difícil deshacerse de ella. Si el espíritu es pernicioso, evitará que su víctima practique la espiritualidad para debilitarlo aún más. De este modo podrá satisfacer sus propios deseos, dejando a la persona preocupada y confundida. En estos casos, solo un canalizador de energías o médium tendrá éxito en liberar a la víctima de esa entidad .
Este último será muy recalcitrante, y el médium a veces tendrá que recurrir a métodos drásticos para deshacerse de la entidad.
El primer paso y el más importante es poder descubrir qué tipo de entidad es la que vive en el Aura de la persona  pues hay muchas entidades diferentes  y posteriormente empezar un trabajo de energías para poder acompañar a esa entidad al lugar donde corresponda.
El trabajo no es fácil ni rápido es un trabajo complicado y delicado de hacer por no decir el desgaste energético por parte del médium o canalizador.

NOTA: Una posesión no tiene por qué ser de tipo diabólica, puede ser algún familiar o conocido quien pueda poseer a la persona.