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miércoles, 22 de agosto de 2018

El paraíso de Palmira: El atolón



Aunque es conocida comúnmente como Isla Palmira, la realidad es que se trata de un atolón, un anillo con formaciones de coral que crecen a lo largo del borde de un antiguo volcán hundido. El Atolón Palmira se encuentra en el norte del Pacífico ecuatorial, situada al sur de las islas hawaianas y pertenece a los EE. UU. Mide aproximadamente dos kilómetros de ancho y un kilómetro de largo. Tiene mucha vegetación silvestre y muchos arrecifes de corales.Cuentan las historias: que habita el mal, con una amplia variedad de eventos sobrenaturales, extraños fenómenos, y sucesos inexplicables.

El atolón fue descubierto en 1798 por el capitán, quien se dirigía a Asia a bordo de su barco.
Los registros históricos cuentan que mientras se dirigía a Asia, el capitán se despertó varias veces durante una noche debido a una extraña sensación de muerte inminente. Perturbado por estas premoniciones, el capitán finalmente salió a la cubierta, justo a tiempo para ver un peligroso arrecife, al que logró evitar.

El arrecife era el límite norte del Atolón de Palmira. Tras el descubrimiento del atolón, Palmira se ganó rápidamente una reputación de ser un lugar extraño y aterrador. Todos los barcos que pasaban cerca del atolón informaban sobre luces fantasmales que provenía de la isla y que los mares que la rodean estaban infestados de tiburones feroces y misteriosas criaturas marinas. Los arrecifes peligrosos alrededor de Palmira también eran conocidos por destruir barcos. Con toda esta fenomenóloga que rodea al Atolón Palmira no es de extrañar que abunden innumerables historias que aterran incluso a los más escépticos.

Uno de esos casos ocurrió en 1870, cuando un barco americano llamado “Ángel” impactó contra uno de los arrecifes de Palmira. Al parecer un grupo de sobrevivientes logró llegar a la orilla, pero nunca vivieron para contarlo. Otro barco hizo una breve parada en la isla, los cuerpos de la tripulación del “Ángel” aparecieron esparcidos por toda la playa. Todos habían sido asesinados, sin embargo, las causas de los asesinatos siguen siendo desconocidas.

Uno de los más famosos naufragios de Palmira es el barco pirata español, “la Esperanza”, que se estrelló contra los arrecifes de la isla, mientras que transportaba grandes cantidades de oro y plata saqueados de los Incas en Perú. Los supervivientes del naufragio lograron cargar algunos de los tesoros en balsas y llegar a la isla. Después de permanecer parados en Palmira durante todo un año, los supervivientes escondieron sus tesoros e hicieron un intento por escapar con sus balsas. No se supo nada más de ellos. Sólo hubo un único superviviente que logró ser rescatado por un barco ballenero en el que murió de neumonía sin divulgar la ubicación del botín. El tesoro escondido de la plata y el oro inca permanece en Palmira hasta nuestros días.

También hubo personas que consiguieron llegar a la orilla en Palmira y que escaparon con vida para contar sus aterradoras experiencias. Alguno de ellos afirmaba que los bosques de Palmira eran el hogar de bestias oscuras que los observaban desde los árboles y que los propios árboles parecían susurrar algún tipo de dialecto desconocido. Se decía, también, que toda la vida marina era venenosa para comer, y había tiburones altamente agresivos que merodeaban las aguas. Muchos de los que sobrevivieron a los restos de sus naves fueron devorados por los tiburones antes de que pudieran llegar a tierra.

Además de naufragios, Palmira también se hizo famosa por los barcos que desaparecían sin dejar rastro, buques que entraron en las aguas del atolón y que nunca más se supo de ellos. Según los informes, en 1855 un barco ballenero naufrago en los arrecifes del atolón, pero nunca se encontró ningún resto de la gran embarcación, como si hubiera sido tragado por la propia isla.

Durante la Segunda Guerra Mundial, Palmira fue utilizado por los EE.UU. como una instalación naval y como zona para las incursiones aéreas contra Japón. La Armada también utilizo el atolón como estación de abastecimiento para las patrullas aéreas de largo alcance y submarinos. Durante esos años en Palmira, el personal de la Armada afirmó ser testigos de los misteriosos poderes del atolón. Muchos de los soldados que se encontraban allí dijeron que eran superados por un sentimiento misterioso e irracional del miedo. Este sentimiento de temor inexplicable era a veces tan abrumador que algunos militares solicitaban con urgencia salir de la isla. Otros eran sucumbidos con arrebatos violentos, produciéndose gran cantidad de peleas e incluso asesinatos. Otros soldados acababan teniendo fuertes ataques de pánico que daban como resultado suicidios en extrañas circunstancias.

Además de esta ola de violencia entre los hombres, también tuvieron lugar otros extraños sucesos. Como un avión que cayó sobre la isla, dejando una estela de humo. Un equipo de rescate fue de camino hacia donde había caído el avión, pero no encontraron nada. Se repitió la búsqueda por toda la isla y ni rastro del avión ni de la tripulación. Después de la Segunda Guerra Mundial, Palmira permaneció deshabitada, pero los extraños sucesos y experiencias inexplicables no disminuían. Quizás el incidente más infame que se ha producido en la isla es el misterioso y espeluznante doble asesinato de 1974 de una pareja que visitó la isla. Fue un caso que estuvo rodeado de extraños sucesos y que sigue sin resolverse hasta hoy.

6 comentarios:

  1. mmm...pues como que se quitan las ganas de visitarla, la verdad

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  2. da mal rollo, no aconsejo que viaje nadie alli, por que madre mia.

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  3. madre mia como para ir allí de vacaciones..

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  4. que miedo por dios, eso para unas vacaciones terrorificas si que vale jajajaj

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  5. muy buenas vistas pero desde una avioneta mejor

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  6. EL BARCO PIRATA ESPAÑOL¡¡¡¡ me encanta este tipo de hisotrias mezcladas con cultura¡¡¡¡

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