En la antigüedad el 14 de febrero estuvo dedicado a Juno, la esposa de Júpiter, siendo ella el símbolo de la mujer y el matrimonio. El día 14 al atardecer se celebraba una fiesta, cuyo cometido era relacionar a los jóvenes de ambos sexos y poder evitar así la descriminación de las personas poco agraciadas. Durante la ceremonia se introducían en una vasija los nombres de los muchachos que accedían a la virilidad y en otra vasija los nombres de las muchachas en edad núbil, ambos sexos sacaban una papeleta y a quienes correspondían formaban pareja ese año.
Como este tipo de lotería se hacia extrañas parejas, es decir, extraños compañeros de cama, con el paso del tiempo se introdujo un nuevo uso, el hombre dirigía a la mujer que amaba le mandaba una misiva amorosa el catorce de febrero
Andaaaaa, que curioso !
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